Ni conspiraciones, ni tramas policíacas... Su caída fue fruto de la casualidad y del hastío
J. M. MARTÍ FONT 08/11/2009
A primera hora de la mañana del 9 de noviembre de 1989, en Berlín Oriental, tres altos cargos de los servicios aduaneros de la República Democrática Alemana (RDA) se reunían con el encargado de la Unidad de Control de Pasaportes, Gerhard Lauter, en su despacho, para redactar, por orden del Ministerio del Interior, una normativa de viajes que debía permitir salir legalmente a los ciudadanos que querían abandonar el país de forma "permanente" y que hasta la fecha lo estaban haciendo a través de los países vecinos, hermanos socialistas.
De aquella reunión de trabajo salió un enorme enredo que, antes de que acabara el día, había derrumbado literalmente el muro que dividía la ciudad y dinamitado el mundo bipolar surgido de la II Guerra Mundial. No fue una conspiración. Ni la CIA ni el KGB ni la Stasi estaban al corriente. Fue lo más parecido a una comedia.
De aquella reunión de trabajo salió un enorme enredo que, antes de que acabara el día, había derrumbado literalmente el muro que dividía la ciudad y dinamitado el mundo bipolar surgido de la II Guerra Mundial. No fue una conspiración. Ni la CIA ni el KGB ni la Stasi estaban al corriente. Fue lo más parecido a una comedia.
[...]
http://www.elpais.com/articulo/reportajes/confusion/abatio/muro/elpepusocdmg/20091108elpdmgrep_5/Tes
No comments:
Post a Comment